agosto 17, 2007










TERREMOTO:
LA TERRIBLE LEVEDAD DE LO REAL


El suelo que nos cobija, la tierra firme - la que abrazaban emocionados los marinos al llegar a un puerto después de meses en tormentosos mares – a veces se transforma en la peor pesadilla. Esa tierra firme, estable, acogedora y sumisa, en un par de segundos gime desde las profundidades y se mueve…literalmente se mueve.

En abrir y cerrar de ojos, sin aviso previo (o casi) todo lo que consideramos sólido, se transforma en ondulaciones, es como estar en medio del mar agitado. Toda edificación humana oscila y dependiendo del grado del sismo, de la calidad y antigüedad de las construcciones, estas pueden caer, atrapando a los humanos que nos sentíamos seguros en la firme y segura madre tierra (pachamama) y devolviendo el polvo al polvo.

Todos los que alguna vez hemos sentido un temblor o vivido un terremoto; sabemos del ruido enigmático, el ladrido de los perros, el movimiento del piso, las paredes móviles, el terror de los niños, de los adultos, la impotencia y la fragilidad de la raza humana. Conquistamos la Luna, predecimos el clima (al menos a veces), dominamos gran parte de la naturaleza, no hay un solo centímetro de la tierra sin que un pie humano se posar en él…pero seguimos a merced de las inesperadas fuerzas tectónicas.



Aquí y ahora

La costa central de Perú, sufrió un terremoto el pasado miércoles 15 de agosto, cobrándose la vida de más de 500 personas en uno de los peores desastres naturales de dicho país en los últimos 100 años. El terremoto de magnitud 7,9 grados en la escala de Richter, estremeció el país y muchas de sus víctimas eran pobres que murieron al derrumbarse sus frágiles casas de adobe.


Nosotros, seres pensantes habitantes de la “blogtosfera”, inmersos en nuestras cavilaciones, pensamientos, grandezas y pequeñeces; somos parte del S XXI, somos o nos creemos la elite de las nuevas tecnologías y la avanzada de un nuevo orden mundial, sin fronteras, abiertos a lo nuevo y exhibicionistas por antonomasia. Pero, seguimos estando –al igual que desde hace miles de años – a merced de un simple movimiento de tierra, que nos apartará del teclado, de la pantalla, del disco duro, del ciberespacio y nos arrojará como antes, como siempre, al más terrible de los miedos.


Desde la segura silla, frente a mi PC, solidarizo y pido apoyo, para nuestros hermanos del Perú, que pasan por lo que más temprano que tarde viviremos nosotros, al menos los que vivimos en zonas sísmicas.


!!Fuerza hermanos¡¡

6 comentarios:

Tita Masons dijo...

Pasaba de aqui por alla y llegue aqui..
Realmente todo eso ha sido terrible, tantas muertes, tanta gente inocente hay que ayudarlos, y muchos.

Tita

Carla dijo...

Es increible como algo natural nos hace ver lo insignificantes que somos en el mundo..
Ojalá se recuperen de ésta pronto..Fuerza para ellos..!!

Adise dijo...

Tienes toda la razón, nos creemos muy poderosos y en realidad no somos nada.

Un besito.

P.D.: Intentaré el sudoku...(el very easy, of course ;))

Mallén dijo...

Es más que sobrecogedor... tengo unas imágenes demasiado fuertes que mi padre me envió; él vivió en Lima por algunos años, y está bastante afectado. No es para menos.
Y aunque yo no haya vivido allá, anoche escuché a Amaro Gómez Pablos conversando con un pequeño de 6 años que perdió a su madre; la entereza del diminuto me anudó el corazón más que la garganta incluso...
No queda más que enviar fuerza.

Alfonsina dijo...

Hola!!!

Venía a devolver la visita!!!

Y oye, absolutamente de acuerdo contigo, hay que apoyar a la gente que lo necesita más allá de las fronteras y diferencias... ah!ª!! cachaste que la gente en la pza de armas se está quejando de no poder caminar por la vereda porque la comunidad peruana está juntando bolsas con ropa para mandar a Perú? Dónde está la empatía y solidaridad del chileno!!!!


Besotes, buen blog. (me llevo tu sudoku)

Alfonsina (...Cicuta O Maleza?...)

nieve dijo...

Personalmente lo que más me aterroriza de un terremoto es el ruido, sobre todo el que se produce antes de que llegue el gran temblor, como un anuncio, segundos antes, de todo el horror que vendrá a continuación. Una vez producido y visto el desastre, solo queda el vacío, un vacío inmenso, te mueves como autómata, no sabes como llegas a los sitios o como te mueves... simplemente lo haces. Uno de mis pensamientos fue: somos micropolvo en el universo. Cuando la naturaleza muestra su cara más cruel, nada puede hacerse.

He llegado a tu blog de casualidad y me ha encantado.

Un saludo