Flores que no hacen primaveras

La reciente crisis política desatada por la revelación de irregularidades en Chiledeportes, no hace sino respaldar el viejo adagio que dice que “las crisis crean oportunidades”. Es de esperar que este caso, se trasforme en la gran oportunidad de la concertación, de la clase política y del país, para enmendar rumbos y profundizar la democracia. No hay corrupción cuando existe control ciudadano, no hay sinvergüenzas con participación activa, no hay elites poderosas y oscuras con poder popular, fiscalizador, demandante y atrevido.

Oportunidad, no debe confundirse con oportunismo, con caza de brujas ni con pasadas de cuentas personales, mucho menos para reacciones histéricas, desafortunadas y destempladas como las del Senador Flores o algunos inquietos Torquemadas criollos por el estilo. No dudan en acusar a diestra y siniestra, enlodando y ensuciando todo lo que tocan como un corrupto rey midas, pero callan las verdades verdaderas.

La verdadera e irrenunciable cruzada ética; ejemplarizadora, renovada y justiciera, no va en un par de paginitas atinadas en internet, en frases rimbombantes de gurúes sabelotodos ni menos en las mismas recetas que una y mil veces han fracasado: las vanguardias que sólo se miran sus bonitas melenas. El cambio necesario pasa, como siempre, por la señora de la esquina, por el joven de la bicicleta, por los cabros en la cuneta, por la gente, con la gente y para la gente.

Hay flores que no hacen primaveras, hay crisis que no desatan cambios, pero cuando los desatan… salvense de ellos. ¡¡¡Viva la oportunidad!!!!