El Periodismo en Transición. ¿Transición a dónde?

Recientemente fui invitado a un foro panel con el Premio Nacional de Periodismo y ex director de la Revista Análisis Juan Pablo Cárdenas, y el periodista Manuel Bonifaz, sobre el tema “El Periodismo en Transición” en Chile.

Cárdenas centró su exposición en explicar como había sido torpedeado por los propios gobiernos de la Concertación, para que su medio no siguiera existiendo y así no generarles problemas con los militares (o con Pinochet directamente). Señaló que las autoridades de la época, prefirieron al duopolio de Copesa y El Mercurio, antes que fortalecer a medios que se la jugaron contra la dictadura.

Mi presentación partió con una provocación y traté de demostrar que: “El periodismo chileno, nunca fue tan fructífero, revelador, ágil y atrevido, como bajo la dictadura”. Evidentemente me refería a medios como las revistas Análisis, Apsi, Cauce, Hoy, La Bicicleta entre otros y a los diarios La Época y Fortín Mapocho. Todos desaparecidos en democracia, a pesar de que su tiraje y penetración les auguraban una larga vida.

Hoy en día los medios de comunicación de masas en Chile no están a la altura del periodismo en dictadura: investigaciones reveladoras, ágiles, atrevidas, valientes. La corrupción y los abusos a los DD.HH. fueron investigados y publicados con Pinochet en el poder. Sobrevivieron a la censura, las bombas, insultos, clausuras, cárcel, persecuciones, etc., pero no a la democracia.

No se trata de terminar con el periodismo anodino, insaboro y superficial, que nos sorprende con las últimas declaraciones de Quenita o de su archienemiga Pamela, o que vive preocupado de lo que piensan los mismos de siempre. Seguramente hay mucha gente que le gusta la farándula, la idiotez, los reality o los profundos comentarios de la “diva” de moda y el pintamonos de siempre, pero por favor, también debe haber espacio para otros temas.

No se trata de melancolía ni de pensar que todo tiempo pasado fue mejor –muy por el contrario-, pero ya es hora de que se levante una prensa inquisidora, investigadora y comprometida sólo con la inalcanzable búsqueda de la verdad sin compromisos.